NUESTRO LUGAR SAGRADO

THE WORLD AS A HOLY PLACE
El mundo natural ha provisto por largo tiempo a la humanidad de las metáforas para sus estructuras sociales y expresiones sagradas. Los mitos de los indios norteamericanos, por ejemplo, apuntan a lo sagrado de la tierra como base para la vida en sociedad. Algunas tradiciones chinas sostienen que el orden social se deriva de la naturaleza: los patrones de la fuerza universal de vida, QI, el ying y yang, las cuatro estaciones, la estructura del paisaje y el orden de las estrellas y los planetas.
Al centro de éstas antiguas cosmovisiones se encuentra la idea de que los humanos estamos conectados a las otras formas de vida, que somos parte de la totalidad. Escritores modernos tales como Thoreau, Whitman, Muir, y Abbey, entre otros, nos dicen que nuestra relación con la naturaleza es nuestra realidad más básica.
La ciencia contemporánea -biología, paleontología, física, astronomía- por su parte soportan con hechos ésta idea. Lo que alguna vez puede haber sido visto como un vago misticismo natural es, en realidad, la verdad de las cosas, y así proveé un entendimiento en profundidad de nuestro propia existencia, Dicho de otra forma, hace posible encontrar lo sagrado y el sentido de trasendencia dentro del mundo físico, ver este mundo como un lugar sagrado.